Futil intento de contar un cuento
Antiguamente la tolerancia y el odio eran amigos. Vivían juntos en un lugar no muy lejano, cerca de un bosque en el que todos sus elementos convivían en armonía siguiendo la senda del ciclo de la vida. Un buen día llegó un viajero, la compasión. La tolerancia y la compasión enseguida se hicieron amigos. Pasaban horas y horas hablando de cómo hacer este mundo mejor. La compasión explicaba como su maestro, la bondad, le enseñó que la mejor manera de llegar al corazón de las personas era brindando siempre la mano para ayudar a quién más lo necesita, sin condición ni recompensa, pues todos tus actos, positivo o negativos, siempre tienen una influencia retroactiva sobre la actitud de las personas hacia nosotros mismos. La tolerancia escuchaba atentamente y le explicaba como su mentor, la comprensión, le inició en el arte de valorar a todo el mundo por igual, sin distinción, pues todos somos iguales pero a la vez diferentes y que todo el mundo merece la oportunidad de hacerse valer.
Etiquetas: Futiles Tentativas
2 Comentarios:
¿Fútil? ¿Intento? Es un cuento triste pero muy hermoso.
Y algunas personas, idealistas consumadas como yo, sólo esperan que algún día lo consigan, y le convenzan de lo absurdo de su actitud.
Muchos besos
Algún día la tolerancia gobernará el mundo. Quiero seguir creyéndolo. Y cuando lo haga castigará al odio con el destierro. Quiero creerlo...
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