La banda sonora de mi vida

¿Cuál es la banda sonora de mi vida? Ayer me hice esta pregunta y me dio que pensar. En mi opinión la banda sonora de mi vida no puede ser tan solo una melodía, porque esta compuesta por el recuerdo de infinidad de sonidos, abundantes olores, multitud de palabras y un raudal de sabores que en cada época fueron distintos a la par que iguales. Y la música, claro, que es la encargada de evocar estos recuerdos y sensaciones.

La banda sonora que me acompaño de niño estaba compuesta por los gritos y ruidos del patio del colegio, por las canciones que cantaba mi madre mientras limpiaba la casa, el aroma de la cocina de mi abuela, las risas de mis padres cuando eran felices y por los sollozos de una chiquilla impertinente que apareció en mi vida de repente y que ahora forma parte de mi alma.

La banda sonora que me llevo por la adolescencia fue la risa nerviosa de mi primera novia cuando me besaba, el sabor amargo que dejó la primera derrota de mi corazón, el desagradable rastro que sigue a una borrachera, la dulce piel de una mujer…

La banda sonora que me hizo adulto fueron los susurros, las caricias, los besos y las lágrimas de una persona que creo que le hubiera ido mejor en la vida de no haberme conocido, el sonido de la soledad cuando estaba deprimido, el sabor de infinidad de labios sin rostro, el olor de la hipocresía y la falsedad, el placer de ver confirmado el significado de la verdadera amistad y orgullo de saberme encontrado.

La banda sonora de mi vida tan solo ha empezado y las melodías que la continuaran… Serán distintas a la par que iguales…

Un dia Gris

Cuando tengo un día gris, un día de aquellos en los que mi moral se encuentra en china y el sofá es mi mejor aliado, acudo a ella. Es una de las mejores vacunas contra la tristeza que hasta el momento he conocido. Impresiona la calidez de sus formas y los efluvios positivos que emana en cada trazo de su camino, de la A a la Z… La canción es “Color Esperanza” de Diego Torres. Me quedo con la última estrofa: “Vale más poder brillar / Que solo buscar ver el sol”.

Sé que hay en tus ojos con solo mirar
que estas cansado de andar y de andar
y caminar girando siempre en un lugar

Sé que las ventanas se pueden abrir
cambiar el aire depende de ti
te ayudara vale la pena una vez más

Saber que se puede querer que se pueda
quitarse los miedos sacarlos afuera
pintarse la cara color esperanza
tentar al futuro con el corazón

Es mejor perderse que nunca embarcar
mejor tentarse a dejar de intentar
aunque ya ves que no es tan fácil empezar

Sé que lo imposible se puede lograr
que la tristeza algún día se irá
así será la vida cambia y cambiará

Sentirás que el alma vuela
por cantar una vez más

Vale más poder brillar
Que solo buscar ver el sol

Diego Torres

Imagen: (c) xvilamanya

Profundo Uno

El espacio más vacío

siempre esta en uno mismo;

Deberiamos llenarlo,

no sea que por vacíos,

empecemos a sonar huecos.

Ella

Ella es así. Por eso me puede. Por mucho que lo intente, siempre acabo faltando al juramento aquel que pronuncio al marcharme de su lado. Porque ella es así, intensa y penetrante, relajante y cicatrizante, excitante y exultante, comprensiva y reflexiva, piadosa y bondadosa. Te cobija y te descubre. Te tapa y te destapa. Te arrulla y te despierta. Te suma y te resta. Te impresiona y te decepciona. Te emociona y te serena. Te agita y te narcotiza… Te hipnotiza. Pero si no tienes cuidado te hunde y te intoxica.

Ella es así. Y siempre esta ahí, insomne, esperando que vuelvas. Porque cuando los árboles se pongan elegantes, las noches sean fugaces y el calor oprima, te acordarás de ella. Porque lo sabe. Porque enciendes la televisión y esta allí. Abres una revista y esta allí. Escuchas, con el dibujo de media sonrisa en tu boca, los relatos de su ultima victima, de cómo se ha bebido su alma y te recuerdas a ti. Porque ella se alimenta de tu alma. La primera vez que se cebó con la mía, me inyectó un hechizo que aun fluye por mis venas y del cual aun no me he podido liberar. Porque siempre acabo volviendo a sus brazos. Pueden pasar tres, cuatro o cinco años pero siempre acabo volviendo. Soy un hechizado despierto, aunque sea contradictorio.

Pero cada vez es diferente. En esta ocasión, me ha recibido cansada, con una languidez incipiente, pero con el mismo encanto de siempre. No me extraña, tal como la exprimen, pensé. Allí estaba, con los brazos abiertos, tan alegre como siempre, pero con mas cicatrices, con unos surcos inmensos e innecesarios surcando su vientre. Espero que no muera por su propia virtud. Aunque creo que nunca morirá porque nunca caducara en mi recuerdo, pues ese torbellino de emociones y sensaciones que siempre ha sido ella, no lo voy a poder olvidar. Porque ella es así… Ibiza siempre será así…

Embriagado de tí

Hoy he soñado contigo, por primera vez. Me encontraba en un lugar sin forma definida ni color aparente. No reconocía mi entorno y lo único que se me antojaba real, eras tú. No sabía exactamente dónde estábamos pero sospechaba que era el lugar aquel dónde se conciben los sueños.

Estábamos juntos. Hablando y riendo consumíamos nuestro tiempo. Sin darme cuenta, me descubrí acercándome a ti. Te acaricié el pelo, dejando que su textura inundara mis manos, dejando entrar en mí tu olor. Liberé con mis dedos tu cuello para recorrer cada centímetro de él, tomándome mi tiempo, empachándome de ti, del suave de tu piel, de su dulce olor, de su calor, del sabor de tu boca...

Embriagado de ti, desperté, pues como dijo el poeta, los sueños tienen costumbre de caerse por la mitad. Sin haber digerido aun lo ocurrido, me levanté. Como un extraño en una casa ajena, anduve unos pasos, inseguro aun de haberme despertado, buscándote, pues aun te sentía, porque el rastro de tu presencia me perseguía, mis manos te añoraban y mi boca seguía visitando tu cuello.

Decidí acostarme y dormir. Quería volver allí, al lugar dónde se cumplen los sueños, con la esperanza de encontrarme contigo una vez más. Porque es el único lugar donde los dos somos uno y no tenemos dueño.

Principio

Veo la salida.
Desde lo profundo inicio el ascenso.